Las relaciones Cuba - Estados Unidos en el informe del MINREX sobre los principales resultados de la política exterior cubana en el 2022

"En 2022, la política de EE.UU. hacia Cuba mantuvo el bloqueo reforzado al máximo como eje fundamental, diseño que se acompañó de una narrativa oficial calumniosa y agresiva en materia de derechos humanos y la continuidad en la aprobación de fondos para programas subversivos en nuestro país y operaciones de desinformación en el escenario mediático y digital.
Se mantuvieron en vigor disposiciones unilaterales y coercitivas dirigidas a provocar la asfixia de la economía cubana y el malestar social.
La permanencia de nuestro país en la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo y en el listado de países que supuestamente no cooperan con los “esfuerzos antiterroristas” de EE.UU., mantuvo un fuerte impacto en el comercio de Cuba y sus posibilidades de obtener inversiones, créditos y vías para realizar pagos. El efecto adicional de impedir a viajeros de terceros países acogerse al programa de exención de visas a través del Sistema Electrónico para Autorización de Viaje (ESTA) si anteriormente estuvieron en Cuba, atacó directamente el sector del turismo en nuestro país.
Asimismo, tuvieron continuidad las medidas punitivas y la persecución contra entidades bancarias y compañías suministradoras de combustible, con consecuencias severas para la economía y la vida diaria de los cubanos.
La Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro impuso un total de 7 medidas coercitivas por valor de 25 millones 796 mil 697 USD contra compañías estadounidenses y de terceros países asociadas a los servicios bancario-financieros, digital y minero, por violaciones de las leyes del bloqueo y otros programas de sanciones.
La recomendación a finales de año de un Comité Consultivo del gobierno de EE.UU., de rechazar una conexión de cable submarino de Internet con Cuba, también reveló la consistencia y aplicación práctica del bloqueo, continuidad de la política de máxima presión del expresidente Donald Trump.
El Departamento de Estado mantuvo, sin modificaciones, la Lista de Entidades Cubanas Restringidas y la de Alojamientos Prohibidos, así como la arbitraria inclusión de nuestro país en el Nivel 3 del Informe de Trata de Personas. Por primera vez, la agencia estadounidense designó a Cuba como país de Especial Preocupación en virtud de la Ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998, categoría de mayor agresividad que la concebida para la Lista Especial de Vigilancia, en la que nuestro país permaneció desde 2019.
La exclusión de Cuba de la Cumbre de las Américas celebrada en Los Ángeles tuvo un significativo rechazo y aumentó el aislamiento del gobierno estadounidense dentro del hemisferio en relación con nuestro país.
Durante el año, se registró un amplio activismo por personas, organizaciones, grupos e instituciones de EE.UU. para denunciar la permanencia de medidas coercitivas, así como abogar por el fin del bloqueo y la retirada de Cuba de la Lista Terrorista. En sentido positivo, destacaron la visita a nuestro país de tres delegaciones del Congreso y el aumento de viajeros con licencias.
Las conversaciones celebradas en Washington y en La Habana sobre el tema migratorio confirmaron la validez e importancia de los acuerdos en esa materia y ratificaron el compromiso político mutuo con su cumplimiento. El gobierno estadounidense cumplió, por primera vez desde el año fiscal 2017, con el otorgamiento de 20 mil visas anuales para emigrantes cubanos.
Tuvieron lugar intercambios operativos entre las Tropas Guardafronteras y el Servicio de Guardacostas de EE.UU., en un año particularmente complejo en términos de salidas irregulares por mar. También ocurrieron intercambios sobre cooperación en materia de enfrentamiento a derrames de petróleo y en el ámbito de la salud.
Tras el incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas y del paso del huracán Ian por Pinar del Río, EE.UU. ofreció ayuda humanitaria a Cuba sin condiciones políticas, la cual fue agradecida y aceptada por nuestro gobierno.
En comparación con 2021, primer año del mandato del presidente Biden, hubo mayor interlocución entre el Departamento de Estado, nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores y otras agencias gubernamentales estadounidenses y cubanas.
Las medidas asociadas a viajes, remesas y servicios consulares anunciadas por el gobierno de Biden en mayo de 2022 fueron limitadas, aunque positivas, y reflejaron un contraste con los dos últimos años del gobierno de Donald Trump. Al finalizar el año, no se había concretado aun el flujo de remesas.
El gobierno cubano reiteró su disposición y voluntad de avanzar hacia una relación más constructiva y respetuosa con EE.UU., tanto en espacios bilaterales como multilaterales, sobre bases de igualdad soberana, respeto mutuo, no injerencia en los asuntos internos y beneficio recíproco. "
 

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